Lección 15 – El cuerpo humano

Anatomía humana básica

Sistemas muscular, circulatorio, respiratorio, esquelético, nervioso, digestivo, inmunológico y endocrino.

Cada inhalación, cada latido de su corazón y casi todas las calorías que usted ingiere constituyen medios a través de los cuales se sostiene la vida a nivel celular. Como aproximadamente el 60% del total de células en el cuerpo son células del tejido muscular, los músculos pueden entonces ser comparados con una máquina que exige la atención constante de todos los “sistemas de apoyo” que hay en el cuerpo. Cada tejido muscular esquelético funciona como un organismo individual, en el sentido que requiere alimentos, agua, oxígeno, ejercicio y descanso.

Hay también músculos en lugares del cuerpo que parecerían improbables, músculos sobre los cuales usted tiene poco control o ninguno, entre ellos, todo el tejido cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos) y el recubrimiento del tracto intestinal y respiratorio. Los músculos que usted puede contraer proveen sostén al tejido esquelético, coordinación, locomoción y la capacidad para realizar trabajos. El resto del tejido muscular es responsable del movimiento de los nutrientes y desechos para su absorción o excreción respectiva. Hablando en sentido general, el tejido muscular esquelético es una máquina que permite que nuestros cuerpos trabajen, y el sistema cardiorrespiratorio es una especie de pariente cercano, que funciona como “sistema de apoyo” directo para esta máquina, ya que suministra a los músculos el oxígeno y los nutrientes necesarios para su supervivencia.

Los músculos

Mientras más grande sea el músculo (la máquina), mayor será la cantidad de energía que deberá ser liberada de las células grasas durante el descanso y durante cualquier otro tipo de actividad. Por ejemplo, si dos personas deben realizar la misma cantidad de trabajo, la persona con mayor cantidad de tejido muscular (máquina) gastaría más energía, requiriendo potencialmente mayor liberación de grasa, tanto durante la realización del trabajo como durante el periodo de recuperación por el trabajo realizado. Entonces, la importancia de mantener o incluso incrementar el tejido muscular magro por medio de ejercicios de resistencia para la pérdida de grasa es obvia.

 

Un estudio detallado de la anatomía muscular debería incluir la identificación y comprensión del funcionamiento de alrededor de 656 músculos individuales del cuerpo. No es el propósito de este programa alcanzar ese nivel de educación. La identificación de los grupos musculares principales y su función es todo lo que se requerirá para completar la preparación para el examen de la NFPT. Este capítulo busca ofrecer una ilustración gráfica de la ubicación de los grupos musculares más importantes en el cuerpo humano,

y también de los movimientos de los ejercicios de resistencia en los que cada uno de estos grupos musculares cumple la función de músculos principales.

Un músculo principal es un grupo de músculos que es directamente responsable del movimiento de resistencia en un ejercicio dado. No es raro que haya más de un músculo principal involucrado en un ejercicio, lo que se reflejará en los siguientes diagramas. Utilice la información

de este capítulo y del siguiente para tener una comprensión básica e integral de los mecanismos de los ejercicios de resistencia. Si usted es un entrenador con experiencia en los ejercicios de resistencia, la información de esta gráfica solo le servirá para refrescar sus conocimientos. Recuerde, los movimientos a los que se hace referencia en estos diagramas y en el próximo capítulo son el resultado de la investigación de la NFPT y son los que esta organización considera como los más eficaces para lograr las metas de los ejercicios de resistencia. Existen, por supuesto, muchos otros movimientos que tienen como objetivo la ejercitación de estos grupos de músculos más importantes y que ofrecen beneficios aceptables que también se muestran.

 

Los músculos son la parte del cuerpo que permite el movimiento. Están constituidos por tejidos especiales que se pueden contraer (o encoger) cuando reciben una señal del cerebro. Los músculos se insertan en los huesos a través de tejidos conectivos fuertes llamados tendones. Cuando los músculos se contraen, jalan los tendones, que a su vez jalan los huesos y hacen que nuestras extremidades se muevan.

Los músculos casi nunca trabajan solos. Pueden encogerse y jalar, pero no pueden empujar; por lo tanto, la mayoría de los músculos están organizados en equipos opuestos. Un equipo jala una parte del cuerpo hacia un lado, mientras que el otro equipo la jala en sentido contrario. A medida que cada equipo jala, el otro equipo se relaja y se elonga.

Los músculos se unen para formar grupos que trabajan juntos. Los músculos voluntarios, como los de los brazos y las piernas, pueden ser controlados por los pensamientos. Toda acción muscular es controlada por el cerebro, que envía y recibe señales a través del sistema nervioso.

Sistema circulatorio

Una persona típica tiene cerca de 4 a 5 litros de sangre. La sangre es el sistema de transporte por el cual el oxígeno y los nutrientes llegan a las células del cuerpo,

y se expulsan los materiales de desecho. Además, la sangre

transporta sustancias llamadas hormonas, que controlan los procesos del cuerpo y también transporta los anticuerpos que luchan contra los gérmenes invasores.

El corazón, que es un órgano muscular localizado detrás de las costillas y entre los pulmones, es la bomba que mantiene este sistema de transporte en movimiento. La circulación del cuerpo tiene dos partes, y el corazón actúa como una bomba doble.

La sangre de la bomba del lado derecho es de un color rojo oscuro (azulado) y tiene bajo contenido de oxígeno. Viaja a lo largo de las arterias pulmonares hasta los pulmones donde recibe un aporte

de oxígeno fresco, y adquiere un color rojo brillante. Fluye a través de las venas pulmonares de vuelta hacia la bomba izquierda del corazón. Luego,

la sangre abandona el lado izquierdo del corazón y viaja a través de las arterias que se dividen gradualmente en capilares, donde los

alimentos y el oxígeno se liberan a las células del cuerpo, y el dióxido de carbono y otros productos de desecho son devueltos al flujo sanguíneo. La sangre entonces viaja por las venas de vuelta hacia el lado derecho del corazón y todo el proceso comienza de nuevo.

Sistema respiratorio

El sistema respiratorio es el sistema del cuerpo que se encarga de la respiración. Cuando respiramos, el cuerpo toma el oxígeno que necesita y expulsa el dióxido de carbono queno necesita.

En primer lugar, el cuerpo inhala el aire que es succionado a través de la nariz o la boca y llevado a través de la tráquea. La tráquea es como un tubo moldeado por anillos de cartílago. Se divide en dos tubos llamados bronquios, que llevan el aire a cada pulmón. Dentro de los pulmones, los tubos se dividen en tubos cada vez más pequeños llamados bronquiolos. Al final de cada uno de estos tubos hay pequeñas bolsas de aire llamadas alvéolos.

Los capilares, que son pequeños vasos sanguíneos con paredes delgadas, envuelven estos alvéolos. Las paredes de los alvéolos son tan delgadas y están tan cercas unas de otras que el aire puede filtrarse con facilidad. De este modo, el oxígeno las atraviesa y pasa al torrente sanguíneo mientras que el dióxido de carbono, en el torrente sanguíneo, las atraviesa e ingresa a los alvéolos, para ser posteriormente eliminado del cuerpo cuando expulsamos el aire (exhalamos). El diafragma es el músculo que controla el proceso de la respiración. Cuando el

diafragma se contrae y se mueve hacia abajo hace que el tórax se expanda y que el aire ingrese a los pulmones. Cuando el diafragma se relaja, los pulmones se contraen, lo que expulsa el aire en los pulmones hacia afuera.

Sistema esquelético

Sistema óseo I – Prof. Matías Rodríguez

Sistema óseo II – Prof. Matías Rodríguez

El esqueleto es el nombre dado al conjunto de huesos que sostiene al resto del cuerpo. Nuestro esqueleto, por supuesto, es muy importante para nosotros. Tiene cuatro funciones principales:

1 Protege nuestros órganos vitales, como el cerebro, el corazón y los pulmones.

2 Le da a nuestros cuerpos la forma vertical que tienen. (Sin nuestro esqueleto, seríamos solo una masa sin forma de sangre y tejidos en el suelo).

3 Nos permite movernos. Como los músculos se insertan en los huesos, cuando nuestros músculos se mueven, mueven los huesos, y nosotros nos movemos.

4 Genera las células de sangre.

Cuando nacemos, el esqueleto tiene alrededor de 350 huesos. Para cuando somos adultos, tenemos solo 206 huesos. Esto es porque a medida que crecemos, algunos de los huesos se fusionan para formar un solo hueso.

Los huesos no trabajan simplemente por sí solos. Se unen y forman articulaciones. El final de cada hueso está cubierto por una sustancia resistente, suave y brillante llamada cartílago. Los extremos cartilaginosos del hueso están separados unos de otros por una delgada película de un líquido resbaladizo que funciona como el aceite en un automóvil, lo cual impide que los huesos se rayen y golpeen entre sí cuando nos movemos. Nuestros huesos se mantienen unidos por fuertes bandas elásticas llamadas ligamentos.

Sistema nervioso

El sistema nervioso es el más complejo y delicado de todos los sistemas del cuerpo. En el centro del sistema nervioso está el cerebro. El cerebro

envía y recibe mensajes a través de una red nerviosa. Esta red podría compararse con una red de carreteras. La médula espinal es un gran manojo de nervios que recorre el centro de la columna vertebral, similar a una autopista. Junto a la médula espinal, hay pequeños racimos de nervios que forman bifurcaciones (como carreteras) de las que salen manojos de nervios más pequeños (como las calles). Finalmente, algunos nervios individuales se ramifican hacia cada parte del cuerpo, (como pequeños caminos que están todos relativamente conectados por la red de la gran autopista). Esta red nerviosa le permite al cerebro comunicarse con todas las partes del cuerpo. Los nervios transmiten

 

información en forma de impulsos eléctricos de un área del cuerpo a otra. Algunos nervios llevan información al cerebro. Esto nos permite ver, escuchar, oler, sentir el sabor y sentir al tacto. Otros nervios transmiten información del cerebro a los músculos para controlar el movimiento de nuestro cuerpo.

Muchas drogas (por ejemplo, el alcohol y los cigarrillos) afectan el modo como nuestros nervios trabajan, deteriorando la respuesta de nuestro cuerpo y el control en diferentes niveles.

Cómo se comunican las células nerviosas Cada célula nerviosa microscópica (o neurona) tiene una parte que es como una masa sin forma (el cuerpo de la célula) con dendritas parecidas a arañas y una fibra nerviosa mucho más larga filiforme (o axón). Los extremos ramificados del axón tienen bulbos con forma de botón que casi tocan a otras células nerviosas en bifurcaciones llamadas sinapsis. La señal nerviosa viaja a través del axón y salta atravesando la sinapsis hacia otra célula nerviosa. Esta comunicación se produce a una velocidad de más de 100 metros por segundo.

Sistema digestivo

El alimento nos provee el combustible para vivir, la energía para trabajar y jugar, y la materia prima para crear nuevas células. Nuestro sistema digestivo descompone todos

los diferentes tipos de alimentos que comemos, y el circulatorio los transporta a cada parte de nuestro cuerpo.

Tracto digestivo

La parte fundamental del sistema digestivo es el tracto digestivo. Es como un tubo largo, de aproximadamente nueve metros, en el medio del cuerpo. Comienza en

la boca, donde los alimentos y bebidas entran al cuerpo, y termina en el ano, donde el alimento sobrante y los desechos abandonan el cuerpo. La sucesión del tracto digestivo es la siguiente:

Boca

Los dientes muerden y mastican los alimentos hasta convertirlos en una pulpa suave que es fácil de tragar. Al masticar los alimentos se mezclan con saliva acuosa que proviene de 6 glándulas salivales que se encuentran alrededor de la boca y del rostro.

Esófago

El esófago (o gaznate) es un tubo muscular. Lleva el alimento desde la garganta empujándolo hacia abajo por el cuello hacia el estómago. Mueve el alimento mediante oleadas de contracciones musculares llamadas peristalsis.

Estómago

El estómago tiene músculos gruesos en sus paredes que se contraen para amasar los alimentos hasta convertirlos en una especie de “sopa”. El recubrimiento del estómago produce fuertes jugos gástricos que atacan químicamente a los alimentos, descomponiéndolos y disolviendo sus nutrientes.

Páncreas

El páncreas, como el estómago, produce poderosos jugos gástricos llamados enzimas que ayudan a digerir aún más los alimentos a medida que entran en el intestino delgado.

 

 

 

 

Vesícula biliar

Esta pequeña parte similar a una bolsa está encajada debajo del hígado. Almacena un líquido llamado bilis, que es elaborado en el hígado. A medida que el alimento llega al intestino delgado, la bilis fluye desde

la vesícula biliar por el conducto biliar hacia el intestino. La bilis ayuda a digerir las comidas grasas y también contiene desechos que deben ser eliminados.

Intestino delgado

Esta parte del tracto es estrecha, pero muy larga; mide alrededor de 60 metros (aproximadamente 20 pies). En el intestino delgado, otras enzimas continúan el ataque químico sobre los alimentos. Finalmente los nutrientes son lo suficientemente pequeños para pasar a través del recubrimiento del intestino delgado hacia la sangre. Entonces son transportados hacia el hígado y otras partes del cuerpo para ser procesados, almacenados y distribuidos.

Hígado

La sangre fluye desde los intestinos hacia el hígado, llevando nutrientes, vitaminas y minerales, y otros productos de la digestión. El hígado almacena algunos nutrientes, los cambia de una forma a otra y luego los libera en la sangre según las actividades y necesidades del cuerpo.

Intestino grueso

Toda sustancia útil en los residuos, como el agua excedente y los minerales del cuerpo, es absorbida a través de las paredes del intestino grueso y llevada de vuelta hacia el torrente sanguíneo. Lo que queda se convierte en heces semisólidas de color marrón, listas para ser expulsadas del cuerpo.

Recto y ano

El final del intestino grueso y la parte que sigue en el tracto, el recto, almacena las

heces. Estas finalmente se comprimen a través de un anillo de músculo (el ano) y se expulsan del cuerpo.

Sistema inmunológico

Aun en los lugares más limpios es común encontrar gérmenes. Estos seres vivos microscópicos, como bacterias y virus, están en nuestra piel, en la comida que comemos, en las bebidas que consumimos, en el aire que respiramos. También pueden penetrar a nuestro cuerpo a través de

un corte o herida. Si entran suficientes gérmenes en nuestro cuerpo, pueden comenzar a multiplicarse y causar una infección. Pero el cuerpo tiene varios tipos de defensas contra los gérmenes. Estas defensas incluyen la piel, los recubrimientos húmedos pegajosos para atrapar gérmenes de las vías respiratorias y digestivas, el proceso de coagulación sanguínea para curar las heridas, los glóbulos blancos y otras sustancias en la sangre, el timo en el pecho, y las pequeñas glándulas o ganglios linfáticos que están esparcidas por todo el cuerpo. Juntas, todas forman parte del sistema de defensa inmunológico del cuerpo.

El sistema inmunológico del cuerpo incluye varios tipos de glóbulos blancos que se encuentran en la sangre, los líquidos corporales y los ganglios linfáticos. Estos glóbulos blancos atacan a cualquier germen que se encuentre en el cuerpo.

Ganglios linfáticos

Los ganglios linfáticos contienen miles de millones de glóbulos blancos que se multiplican rápidamente para luchar contra los gérmenes invasores. Durante la enfermedad, se llenan con millones de glóbulos blancos extra y gérmenes muertos. Cuando el cuerpo está enfermo con una infección, varias glándulas se inflaman. Cuando el cuerpo está sano, tienen aproximadamente el tamaño de una uva o una arveja, pero cuando está enfermo pueden llegar a ser tan grandes como pelotas de golf.

Amígdalas y adenoides

Las amígdalas son masas de tejido linfático en la parte superior de atrás de la garganta. Ayudan a destruir las sustancias extrañas que se inhalan o tragan. Las adenoides son masas similares en la parte de atrás de la cavidad nasal de la nariz.

Timo

El timo en la parte de adelante del pecho es grande durante la niñez, pero se encoge durante la adultez. Ayuda a ciertos glóbulos blancos del sistema inmunológico a desarrollarse y cumplir su función en las defensas del cuerpo.

Bazo

El bazo está justo detrás del estómago, en el lado izquierdo. Forma y almacena varios tipos de glóbulos blancos, especialmente los fagocitos que “comen” gérmenes. También forma y almacena glóbulos rojos para la sangre, y generalmente limpia y filtra la sangre.

Sistema endocrino

El sistema endocrino es un sistema de señales de información muy similar al sistema nervioso. Sin embargo, el sistema nervioso usa nervios para conducir

la información, mientras el sistema endocrino usa principalmente los vasos sanguíneos como canales de información. Las glándulas ubicadas en varias regiones del cuerpo liberan mensajeros químicos

específicos llamadas hormonas en el torrente sanguíneo. Estas regulan las numerosas y variadas funciones de un organismo, por ejemplo, ánimo, crecimiento y desarrollo, función del tejido y metabolismo, y también intervienen en la transmisión de mensajes y la forma como se actúa en consecuencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las típicas glándulas endocrinas son la pituitaria, la tiroides y las glándulas suprarrenales. Las características de las glándulas endocrinas son, en general, su secreción de naturaleza interna, su vascularidad y generalmente la presencia de gránulos intracelulares que almacenan sus hormonas. A diferencia de ellas, las glándulas exocrinas, como las salivales, las sudoríparas y las que están dentro del tracto gastrointestinal, tienden a ser mucho menos vasculares y tienen conductos.