Queridas alumnas, hemos llegado al final de este maravilloso módulo donde exploramos el poder transformador de la meditación y el mindfulness. A lo largo de estas semanas, hemos aprendido a conectar con el momento presente, a observar nuestras emociones con compasión ya cultivar una práctica diaria que nos centra y fortalece.
Cada técnica que exploramos, desde las meditaciones budistas hasta el Tai Chi Chi Kung, ha sido una herramienta para profundizar en el autoconocimiento y el equilibrio. Estas prácticas no solo enriquecen nuestra vida personal, sino que también nos preparan para acompañar a otros en sus propios procesos de sanación y conexión.
Recuerden que la meditación no es un destino, sino un camino constante. Sigan practicando con paciencia y amor, permitiendo que cada momento sea una oportunidad para crecer y sanar. Este módulo ha sido una puerta de entrada a la calma, la claridad y la plenitud, y confió en que comenzarán explorando este hermoso sendero.
Gracias por su dedicación, su apertura y por permitirme acompañarlas en este viaje. Estoy profundamente orgullosa de lo que han logrado y emocionada por todo lo que seguiremos construyendo juntas.
Nos vemos en el próximo módulo para seguir expandiendo nuestra luz. Con amor y gratitud, Pilar Mohando