
Un ensayo sobre el aporte de Lionel Messi...más allá del fútbol
El “noveno Balón de Oro” no es un trofeo físico: es una metáfora del legado humano de Lionel Messi.
Ocho veces distinguido como el mejor futbolista del planeta, su noveno galardón —el que aquí proponemos— premia algo más difícil de medir: cómo su modo de estar en el mundo enseña a millones a crecer, perseverar y liderar con calma.
Este ensayo recorre, en escenas nítidas y separadas, los eventos que lo forjaron y los aprendizajes que hoy pueden aplicar deportistas, docentes, madres y padres, y cualquier persona que busque mejorar un poco cada día.
Por Alejandro Morero, Director de Oupen Academy
1) Rosario: el punto de partida (raíces y propósito)
Escena fundante.
Niño de familia trabajadora y contención afectiva, Messi crece jugando en canchitas de barrio. Allí aparecen tres factores que la psicología del desarrollo considera decisivos: base segura, juego deliberado y andamiaje social (Masten, 2001; Deci & Ryan, 2000).
La seguridad emocional propicia lexploración; el juego, curiosidad y creatividad motriz; el entorno, expectativas realistas.
Aprendizaje aplicable.
Antes del rendimiento viene el sentido de pertenencia. Padres y entrenadores que ofrecen afecto y límites consistentes facilitan, sin discursos grandilocuentes, que el talento crezca sin miedo al error (Dweck, 2006).
2) Diagnóstico de déficit de crecimiento: convertir la fragilidad en plan
El quiebre.
El tratamiento médico costoso convierte una vulnerabilidad biológica en un proyecto familiar. El niño aprende que los grandes objetivos se abordan con rutinas pequeñas y sostenidas.
Claves científicas. El pasaje de “rasgo” a “proceso” es típico de la mentalidad de crecimiento: no se niega la limitación, se la gestiona con hábitos (Dweck, 2006). También hay aquí una temprana forma de práctica deliberada: adherencia a un plan sistemático, feedback y ajustes (Ericsson, 2016).
Guía práctica. Enseñar a registrar micro-logros (diario simple de hábitos) y celebrar la consistencia, no solo el resultado.
3) Emigrar a Barcelona a los 13: la soledad creativa
La partida. Dejar la casa y cruzar el océano exige duelo, adaptación y autonomía. El adolescente canaliza la nostalgia en horas de balón y aprendizaje silencioso.
Lectura psicológica. Este tránsito combina autodeterminación (motivación intrínseca y apoyo a la autonomía) con regulación emocional (Deci & Ryan, 2000). No es ausencia de dolor; es orientación del dolor.
Aplicación. Para jóvenes talentos: ritualizar la transición (rutinas, mentores, objetivos semanales) y cultivar micro-comunidades de apoyo.
4) Debut y explosión: del genio precoz al profesional que aprende
El brillo. La irrupción en la élite no elimina la curva de aprendizaje. Detrás del “don” hay horas de repetición con intención, videoanálisis y feedback.
Marco teórico. La práctica deliberada explica más que la etiqueta “talento” (Ericsson, 2016). La atención de calidad sostiene el progreso: foco, feedback, ajuste.
Para entrenadores. Diseñar sesiones con un objetivo técnico por bloque, feedback específico y métricas de proceso (no solo goles o asistencias).
5) Finales perdidas con Argentina (2014–2016): el fracaso como laboratorio
El dolor público. La final del Mundial 2014 y las Copas América 2015–2016 dejan cicatrices. Aparecen crítica, frustración y el amague de renuncia.
Ciencia detrás de la resiliencia. La literatura muestra que la resiliencia no es heroísmo, es sistema: red de apoyo, reformulación cognitiva y ritos de recuperación (Masten, 2001). En rendimiento bajo presión, evitar el “choking” depende de anclas atencionales y guiones pre-competitivos (Otten, 2009; Goleman, 1995).
Aplicación. Después de derrotas:
Revisión sin culpas (qué controlar/qué no),
Reencuadre de objetivos (del título al progreso),
Rutina de recuperación (sueño-nutrición-familia-silencio).
6) Volver tras la renuncia: identidad y servicio
El retorno. Volver no es “arrepentirse”; es redefinir el para qué. La identidad del jugador se vuelve menos narcisista y más relacional: equipo, país, legado.
Teoría útil. El liderazgo de servicio y el propósito prosocial protegen contra el desgaste y ordenan decisiones (Sinek, 2014; Deci & Ryan, 2000).
Para líderes. Formular un propósito verificable: ¿a quién sirvo exactamente con mi trabajo hoy?
7) Copa América 2021: desbloquear el relato
El hito. En Brasil, con el Maracaná de fondo, llega el título. La emoción no es solo deportiva: reconciliación cultural, alivio intergeneracional.
Psicología del “clutch”. Rendimiento pico en momentos pico exige preparación específica (ensayar escenarios, roles claros) y regulación emocional colectiva (Otten, 2009).
Lección transferible. En exámenes, lanzamientos o audiciones: ensayar la situación real (tiempo, entorno, distracciones) reduce incertidumbre y libera recursos cognitivos.
8) Qatar 2022: el arte de liderar sin gritar
La consagración. El capitán que habla poco orquesta estados: empodera a jóvenes, reduce ansiedad del grupo, administra pausas y acelera cuando conviene. Es liderazgo por contagio emocional y gestión de ritmos.
Conceptos clave.
Inteligencia emocional aplicada a la táctica (Goleman, 1995).
Flow colectivo: desafío óptimo + habilidades, metas claras y feedback inmediato (Csikszentmihalyi, 1990).
Confianza compartida: expectativas altas y cálidas (Masten, 2001).
Para equipos no deportivos. Reuniones breves con objetivo único, roles claros y feedback inmediato; después, silencio operativo.
9) Salida del Barcelona, paso por París, nuevo comienzo en Miami: la madurez que se mueve
Transiciones. La partida del club de la vida, la adaptación a otro ecosistema y, más tarde, un proyecto en una liga emergente. Tres mudanzas, tres identidades, mismo oficio.
Marco. El concepto de capital de identidad (Côté) sugiere que las personas acumulan recursos —habilidades, vínculos, reputación— que les permiten reconfigurarse sin perder esencia. Messi muestra que la excelencia portable existe: se empaqueta en hábitos.
Consejo práctico. Mantener una mochila de invariantes: 1) rutina física mínima, 2) ritual mental, 3) círculo íntimo, 4) un estándar no negociable.
10) Familia y vida privada: la coherencia como método
Lo íntimo visible. Pareja de largo recorrido, paternidad presente y exposición administrada. No hay cuento perfecto: hay coherencia suficiente.
Evidencia. La coherencia reduce disonancia, libera energía y sostiene el rendimiento a largo plazo (Goleman, 1995). La parentalidad efectiva combina calor y estructura (Baumrind).
Para madres y padres. Tres gestos diarios: 1) presencia de calidad (10–15 min sin pantalla), 2) reglas claras co-creadas, 3) elogio al esfuerzo más que al resultado (Dweck, 2006).
11) El “trabajo mental” que cualquiera puede entrenar
Grit (determinación): elegir un objetivo importante y sostenerlo en el tiempo (Duckworth, 2016).
Práctica deliberada: micro-metas, feedback, corrección (Ericsson, 2016).
Autodeterminación: autonomía, competencia y vínculo (Deci & Ryan, 2000).
Regulación emocional: respiración, autohabla, anclas atencionales (Goleman, 1995; Otten, 2009).
Flow: metas claras, desafío justo, feedback inmediato (Csikszentmihalyi, 1990).
12) Guía breve para entrenadores y familias (listo para aplicar)
A. Para entrenadores
Diseño con intención: cada sesión, un objetivo técnico y uno mental.
Feedback útil: específico, inmediato, orientado al proceso.
Ensayo de presión: simular el “día grande” (tiempos, ruidos, interrupciones).
Rituales de equipo: comienzo (foco), mitad (ajuste), cierre (aprendizajes).
B. Para madres y padres
Elogie el esfuerzo y narre el progreso (“antes te salía 2/10, ahora 5/10”).
Rutinas cortas y diarias (15–20 min de práctica con intención).
Modelar calma: respire y hable lento en la adversidad; se contagia.
Cuidar lo básico: sueño, comida, movimiento, afecto. Sin eso, no hay magia.
C. Para cualquier persona
Escoja un hábito insignia (p. ej., 10′ de práctica/lectura/estiramiento).
Mida una cosa por semana y cuénteselo a alguien (responsabilidad pública).
Revise: ¿qué aprendí?, ¿qué ajusto?, ¿qué repito?
13) El legado humano: por qué este es el “noveno”
El legado de Messi no se agota en vitrinas. Su “noveno Balón de Oro” premia la idea de que la grandeza es una competencia accesible: se entrena en hábitos, se sostiene en vínculos, se expresa en el juego. Nos recuerda que ganar no es humillar, es elevar. Y que la forma más poderosa de liderazgo —en una cancha, en una empresa, en un aula o en casa— es la coherencia entre lo que somos, lo que hacemos y lo que inspiramos.
Bibliografía y referentes para ampliar
Angela Duckworth (2016). Grit: The Power of Passion and Perseverance.
Carol S. Dweck (2006). Mindset: The New Psychology of Success.
K. Anders Ericsson (2016). Peak: Secrets from the New Science of Expertise.
Edward L. Deci & Richard M. Ryan (2000). “The ‘What’ and ‘Why’ of Goal Pursuits”,