Para la historia argentina dentro del Movimiento Olímpico, Humberto Selvetti fue el levantador de pesas más importante que ha dado nuestro país, quien se desempeñó con grandes logros a lo largo de su carrera.
Nacido el 31 de marzo en 1392, Humberto fue un halterófilo argentino de peso pesado, ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956.
Selvetti comenzó a levantar pesas desde los 14 años, y tan solo 5 años después, en 1951, rompió el récord mundial en press al levantar 157,5 kilos. También fue una vez subcampeón mundial en 1957 y dos veces campeón panamericano en 1955 y 1959.
En los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, con tan solo 20 años, ganó la medalla de bronce en la categoría peso pesado, siendo el competidor más joven en la prueba, enfrentando a atletas históricos como John Davis, quien llegaba a la cita olímpica con 15 años de invicto. En ese momento la competencia olímpica de levantamiento de pesas incluía tres movimientos: dos tiempos (clean & jerk), arranque (snatch) y fuerza (clean y press). Luego se sumaban los kilos levantados en cada movimiento y el ganador era quien había sumado mayor cantidad de kilos en total.
Selvetti terminó en la tercera colocación al contabilizar 432,5 kilos en total, siendo superado por James Bradford con 437,5 kilos y por el ganador John Davis con 460 kilos.
En los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, con 24 años, ganó la medalla de plata por un insólito fallo que establecen las reglas de la halterofilia. Tanto Selvetti como Paul Anderson contabilizaron un total de 500 kilos levantados, algo sorprendente para aquellos tiempos, finalizando la prueba en empate. Sin embargo, las reglas establecían que, en caso de igualdad en puntos, el desempate debe realizarse otorgando la ventaja al competidor de menor peso; debido a que Anderson pesaba 138 kilos, cinco kilos menos que Selvetti, la medalla de oro le correspondió al estadounidense.
El enfrentamiento Anderson-Selvetti está considerado como uno de los momentos históricos clásicos de la halterofilia a nivel mundial.
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