Por Elio W. Garciarena
Mi nombre es Elio Garciarena.
Actualmente soy entrenador de calistenia y coach deportivo.
Durante mucho tiempo viví con el estigma de la obesidad, hasta que descubrí que cambiar es posible. Pero también supe cuán difícil es romper con la posición en la que te pone la sociedad por el hecho de ser gordo.
Hoy comparto estos consejos para comprender y abordar la obesidad desde el punto de vista de los entrenadores.
Un influencer fitness afirma que “las personas con sobrepeso no se respetan”.
Una persona con obesidad quiere entrenar pero le da vergüenza ir al gimnasio ya que hay espejos.
Un entrenador separa a un alumno con obesidad del resto de la clase para que haga otros ejercicios.
Desafortunadamente, estas escenas son moneda corriente en el mundo del fitness y ponen de manifiesto un doble discurso: por un lado, el entrenamiento es salud y puede adaptarse a cualquier persona; por el otro, sólo se ve entrenando a personas con músculos prominentes.
La invisibilización de personas con sobrepeso y obesidad en el ámbito del entrenamiento físico obedece a varias razones:
- Sánchez-Carracedo (2022) manifiesta que en nuestra sociedad abundan los estereotipos de peso que conciben a las personas con sobrepeso y obesidad como glotonas, perezosas y carentes de disciplina.
- Muchos programas y tratamientos se han abordado desde un enfoque normativo del peso como parámetro de salud y bienestar (Sánchez-Carracedo, 2022).
De hecho, resulta sorprendente como parámetros supuestamente fiables como el índice de masa corporal o la teoría de los somatotipos ni siquiera fueron formulados para el uso que se les da en la actualidad (Ortega-Varela, 2023; Jcob, s.f.)
- A esto se le suma el hecho de que las redes sociales han llevado a generar una insatisfacción de la imagen corporal que se aleja del ideal físico de belleza (Panzitta et al., 2023).
- Además, por si fuera poco, existen otras creencias como que la culpa y la estigmatización son una fuente de motivación para generar un cambio positivo en las personas con sobrepeso y obesidad; nada más alejado ya que, en realidad, esto sólo genera sentimientos de autoculpabilidad y baja autoestima lo que conlleva al aislamiento y al abandono de los tratamientos y los controles (Sánchez-Carracedo, 2022).
En definitiva, los estereotipos del peso empeoran la salud de las personas con sobrepeso y obesidad.
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros como entrenadores?
Cambiando el chip
Entrenar a personas con sobrepeso y obesidad no es diferente de entrenar al resto. Muchas de las limitaciones que creemos ver en ellas no son más que un reflejo de nuestros propios prejuicios y desconocimiento sobre las capacidades de nuestros alumnos y las posibilidades que nos brinda el universo del entrenamiento.
PASO 1: De la incertidumbre al conocimiento.
Ante todo, debemos cuestionar lo que creemos saber; para poder aprender primero hay que “vaciar la taza”, aconseja el proverbio budista.
Es fundamental que, en la búsqueda de conocimiento, prioricemos publicaciones con respaldo académico y científico como así también fuentes de información fidedigna y actualizada en lugar de dejarnos llevar por los discursos motivacionales de los influencers y las modas de las redes sociales. Nuestro profesionalismo va en ello.
PASO 2: Del árbol al bosque.
Muchas veces nos encontramos con alumnos que quieren “tener la panza chata”, “bajar equis cantidad de kilos” o “llegar al verano”.
Si queremos que nuestros alumnos incorporen el ejercicio físico debemos inculcar la idea del movimiento como estilo de vida más allá de “la panza”, “los kilos” o “el verano”. Y, como entrenadores, debemos estar convencidos de ello.
Además, el cuerpo humano es un todo, no somos partes sueltas. No es posible aislar la panza, la mente o lo que fuera y descartar a la persona.
PASO 3: De la impropiedad al tecnicismo.
Otro punto importante es reconocer que detrás de cada término, expresión o “apodo” que usamos para referirnos a algo o a alguien hay un significado diverso para cada persona de acuerdo a sus propias experiencias. Del mismo modo, debemos tener en cuenta el contexto en el que está sucediendo la situación comunicativa.
En este sentido, siempre es recomendable usar términos técnicos y neutrales en vez de expresiones coloquiales.
Asimismo, nuestros alumnos son personas y tienen nombre. Así que, a menos que se pacte lo contrario, conviene respetar eso.
PASO 3: De la improvisación a la planificación.
Como entrenadores debemos disponer de los conocimientos y las herramientas necesarias para plantear objetivos, fundamentar cada decisión, impulsar acciones y evaluar procesos y resultados.
En otras palabras, debemos planificar una rutina de antemano. La improvisación lleva a generar un “hacer repetitivo”; en cambio, una planificación adecuada lleva al éxito.
PASO 4: Del aislamiento a la cooperación.
Si los alumnos participan de una clase es aconsejable conformar grupos mixtos en lugar de separar por niveles o condición física. De esa forma, posibilitaremos un aprendizaje cooperativo basado en el trabajo en equipo y la ayuda mutua, y un fortalecimiento del compañerismo y la autoestima.
Además, desde nuestro rol de entrenadores, es esencial que tengamos un trato igualitario, que demos la misma atención a todos, que motivemos y reconozcamos los logros de cada uno. No debe existir favoritismo o privilegios especiales para con algunos alumnos en desmedro de otros.
PASO 5: Del prejuicio al cambio.
El último paso consiste en valorar todos los procesos de nuestros alumnos más allá de los niveles, condiciones físicas o tipos de cuerpos.
Es importante que no sólo lo pongamos en práctica en la clase, sino también en otros ámbitos. Por ejemplo, cuando grabamos un tutorial para ser publicado, podemos optar por otro tipo de modelo en lugar de elegir únicamente el de músculos prominentes.
Si pretendemos transmitir la idea de que toda persona puede entrenar cualquiera sea su edad, sexo o condición física debemos manifestarlo en las redes sociales a pesar de que las tendencias o modas visibilicen otra cosa.
Nuestros principios deben alinearse con nuestras acciones sea cual sea la circunstancia. No olvidemos que todo entrenador es un líder y, si busca que sus alumnos sean consistentes con su proceso personal, debe predicar con el ejemplo.
Elio W. Garciarena
Fundador y coach de @bigestenia
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https://realidadfitness.com/genetica/somatotipo-mentira-mito-del-biotipo/ - Ortega, E. (3 de diciembre de 2013): Algunos términos que usan los médicos para hablar del peso puede ser estigmatizantes. ABC Salud.
https://www.abc.es/salud/abci-algunos-terminos-usan-medicos-201207170000_noticia.html - Ortega-Varela, L. F. (2023). Adolphe Quetelet y el origen Astronómico del Índice de Masa Corporal. Milenaria, Ciencia Y Arte, (22), 6–9.
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https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/de-conectarse-a-compararse-como-las-redes-sociales-fueron-de-lo-positivo-a-lo-negativo-y-por-que-no-nid16112023