Lección 4 – Objetivo Estética

Conceptualización

La belleza se describe comúnmente como una característica de los objetos que hace que  sean placenteros de percibir. Tales objetos incluyen paisajes, puestas de sol, seres humanos y obras de arte.

Belleza es una noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia humana.

La belleza se estudia dentro de la disciplina filosófica de la estética, además de otras disciplinas como la historia, la sociología y la psicología social. Vulgarmente, la belleza se define como la característica de una cosa que a través de una experiencia sensorial (percepción) procura una sensación de placer o un sentimiento de satisfacción.

Proviene de manifestaciones tales como la forma, el aspecto visual, el movimiento y el sonido, aunque también se la asocia, en menor medida, a los sabores y los olores.

En esta línea y haciendo hincapié en el aspecto visual, Tomás de Aquino define lo bello como aquello que agrada a la vista (quae visa placet).

La percepción de la «belleza» a menudo implica la interpretación de alguna entidad que está en equilibrio y armonía con la naturaleza, y puede conducir a sentimientos de atracción y bienestar emocional.

Debido a que constituye una experiencia subjetiva, a menudo se dice que «la belleza está en el ojo del observador». Aunque tal relativismo es exagerado y suele asociarse a cosmovisiones y modas, lo concreto es que existen objetos y seres que dan la impresión de belleza ya desde su objetividad natural porque se corresponden con los requisitos naturales del homo sapiens, por ejemplo: el sabor dulce es preferido al sabor amargo porque el amargo suele corresponder a tóxicos, lo mismo que la fragancia de muchas flores se prefiere naturalmente en gente psíquicamente sana al hedor pútrido.

Una dificultad para entender la belleza se debe al hecho de que tiene aspectos tanto objetivos como subjetivos: es vista como una propiedad de las cosas pero también como dependiente de la respuesta emocional de los observadores.

Se ha argumentado que la capacidad del sujeto necesaria para percibir y juzgar la belleza, a veces conocida como el “sentido del gusto”, puede entrenarse y que los veredictos de los expertos coinciden a largo plazo. Esto sugeriría que los estándares de validez de los juicios de belleza son intersubjetivos, es decir, dependientes de un grupo de jueces, en lugar de completamente subjetivos o completamente objetivos.

Las concepciones de la belleza apuntan a captar lo que es esencial en todas las cosas bellas. Las concepciones clásicas definen la belleza en términos de la relación entre el objeto bello como un todo y sus partes: las partes deben estar en la proporción correcta entre sí y así componer un todo armonioso integrado.

Las concepciones hedonistas incluyen la relación con el placer en la definición de belleza al sostener que hay una conexión necesaria entre el placer y la belleza, por ejemplo, que para que un objeto sea bello es necesario que cause placer desinteresado. Otras concepciones incluyen definir los objetos bellos en términos de su valor, de una actitud amorosa hacia ellos o de su función.

En este video de TEDx Iván Mañero hace un interesante análisis de la Belleza. 

Simetría y proporción

Por simetría se entiende que no debe haber desequilibrios entre la parte izquierda y derecha del cuerpo: por ejemplo, el brazo dominante más grande que el otro brazo.

Por proporción se entiende que las diferentes partes del cuerpo deben estar en armonía entre ellas : por ejemplo, las piernas deben tener un cierto tamaño en comparación con los brazos. A menudo vemos físicos enormes en la parte superior, pero con las piernas poco desarrolladas.

Se dice que Arnold Schwarzenegger tenía su debilidad en las pantorrillas, y con el fin de evitar esta desproporción con el resto de cuerpo, buscaba prestar más atención a este grupo muscular.

Aunque la simetría es perfectamente medible y matemática (la parte derecha debe ser igual a la parte izquierda) no es tal fácil evaluar la proporción.

Steeve Reeves y el método de cálculo que ideó

Steeve Reeves pasó a la historia como uno de los mejores físicos del bodybuilding.

A partir de los años 40-50 hasta hoy en día, su físico se ha visto como uno de los mejores, al que todos deberíamos aspirar.

Reeves ideó unos cálculos para conseguir un físico ideal, partiendo de la correlación entre la altura y el peso corporal: según el, para una altura dada, no se puede añadir más masa muscular sin desproporcionar el cuerpo.

Estos límites son:

Para calcular las dimensiones ideales, sin embargo, se basaba en las dimensiones de otras partes del cuerpo, como:

brazo = muñeca x 2,52
pantorilla = tobillo x 1,92
cuello = cabeza x 0,79
tórax = cadera x 1,48 cm
cintura = cadera x 0,86
muslo = rodilla x 1,75

Como referencia, las dimensiones musculares de Steve Reeves eran:

altura: 185 cm
peso: 98 kg
cuello: 47 cm
tórax: 132 cm
bíceps: 47 cm
cintura: 73,5 cm
pierna: 66 cm
pantorrilla: 47 cm

Proporciones del cuerpo

Todos los humanos tenemos aproximadamente las mismas proporciones, es decir, los tamaños de las diferentes partes del cuerpo guardan siempre la misma proporción.

Estas proporciones no cambian significativamente a lo largo del planeta, aunque es verdad que hay pequeñas diferencias que dependen del sexo, de la raza, de la alimentación de la población, de la edad, de la genética … y ya los griegos clásicos las descubrieron y llamaron cánon.

Así, lo normal es que un adulto esté entre el canon de ocho cabezas y el de siete: es decir, la altura de la cabeza entraría ocho veces en la altura total del cuerpo (personas alargadas, independientemente de si son altas o bajitas)o siete veces (personas más robustas o peor alimentadas en su infancia).

Los recién nacidos están en menos de cuatro cabezas, y la cabeza seguirá siendo proporcionalmente más grande que el cuerpo durante toda la infancia, hasta llegar al “estirón”. Las personas muy mayores pierden altura del cuerpo, pero su cráneo no se reduce (aunque lo puede parecer si pierden los dientes). Así, alguien que en su juventud estaba en un canon de ocho cabezas puede acabar sus días en uno de siete.

La media de los hombres también está más cerca de las ocho cabezas que la de las mujeres, pero por supuesto podemos encontrar muchos cuerpos diferentes en ambos sexos.

Todos sabemos que en el norte de Europa las personas suelen ser más alargadas (8 cabezas) que en el mediterráneo, dónde nos acercamos a las siete. Lo mismo pasa entre los batusis y los pigmeos africanos y en otras partes del mundo.

Pero las proporciones humanas no varían por el peso de la persona.

Estemos pasados de peso o delgados, nuestro esqueleto es casi idéntico, y es la estructura ósea la que marca nuestra altura y dónde están y de qué tamaño son nuestras articulaciones. El ancho de un cuerpo es dos veces la altura de la cabeza. Si la persona es muy amplia de hombros, como algunos chicos, puede ser un poco más ancha.

Es esencial darse cuenta que la belleza es un concepto subjetivo muchas veces modificado por la moda o las tendencias.

Para aprobar esta Lección vas a dibujar en tu cuaderno las proporciones (más comunes) de una mujer y un hombre de 30 años. Ese dibujo lo vas a tener que subir otras actividades.

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