
El CEA es una herramienta valiosa en el entrenamiento pliométrico, pero no es una panacea. Un enfoque integral debe considerar:
Evaluación individual: Evaluar la fuerza, la técnica, la coordinación y la capacidad de absorción de energía del atleta.
Progresión gradual: Comenzar con ejercicios de baja intensidad y aumentar gradualmente la intensidad y el volumen.
Técnica correcta: Priorizar la técnica sobre la altura del salto o la velocidad del movimiento.
Entrenamiento complementario: Combinar la pliometría con entrenamiento de fuerza, flexibilidad y estabilidad.
Escucha al cuerpo: Prestar atención a las señales de fatiga y dolor, y ajustar el entrenamiento en consecuencia.
En resumen, el CEA es un componente importante, pero no el único, del entrenamiento pliométrico. Un enfoque equilibrado y adaptado a las necesidades individuales del atleta es esencial para maximizar el rendimiento y minimizar el riesgo de lesiones.